Como ya he mencionado en anteriores entradas muchos de los síntomas de la EM son invisibles ante la sociedad y aunque aparentemente no existan, ahí están, la gente no los ve pero son reales.
Cuántas veces he escuchado durante estos 21 años afirmaciones que directamente me han dicho (la gran mayoría sin ánimo de ofender, lo sé) como por ejemplo: "¡pero.... tu estás muy bien!", "¡A ti parece que no te pasa nada!", "¡Pues yo veo que puedes andar perfectamente!", "¡Pues no te noto nada en los ojos!"..., y muchas más pero no es plan de alargar la entrada. Después de escuchar lo mismo durante tantos años no puedo decir que ya me haya acostumbrado pero si que he aprendido a no darles importancia, y ésto es lo que quiero recalcar en esta entrada.
Lógicamente por una parte me siento afortunada por las pocas secuelas que tengo después de tantos años, pero no porque no se vean, sino por mí misma y mi salud y espero y deseo seguir así durante muchos años más. Sin embargo, otro de los retos a los que nos tenemos que enfrentar los afectados de EM es saber filtrar y canalizar esos comentarios y afirmaciones que recibimos para que no nos afecten mentalmente y por supuesto a no tener que estar guardando las apariencias.
Bastante tenemos con el bombazo que recibimos cuando nos cae ese diagnóstico inesperado y con los síntomas que experimentamos, a los tratamientos, efectos secundarios y pruebas que nos enfrentamos, como para tener que estar pendientes de estas cosas, pero desgraciadamente en muchas ocasiones muchos afectados en un determinado momento o a menudo le hemos dado importancia y puede llegar a condicionarnos a actuar de una manera o de otra.
No es fácil, hay que vivirlo y enfrentarse a ello, aprender a lidiarlo y lo más importante ser auténtico, hacer lo que te dicta tu corazón y te apetezca en cada momento y por supuesto te permita tu EM, jejejeje; que si un día te levantas y estás menos fatigada o simplemente porque tu cuerpo te lo permite... arréglate, ponte esos zapatos que tanto te gustan, maquíllate, a la calle y que te quiten lo bailao...!, sal con los amigos de tapas o a tomarte un té, a comer con los compis, al parque o tarde de manualidades con tus peques, paseos con tu familia..., etc, porque si eso va a hacer que te sientas y sobrelleves mejor el brote tan severo que estás padeciendo saldrás beneficiada y te ayudará a recuperarte con más ánimo y volver a tu rutina lo antes posible. Pero no dejes de hacer algo que sabes que te va a aportar bastante por el que dirán, porque cuando estás mal (que es bastante a menudo) la sociedad no lo ve y eres tú prácticamente solo el que tiene que enfrentarse a los brotes y si estás bien nutrido de cosas que te suman podrás vencerlos con más fuerza y sobrellevarlos mejor.
Recuerda: "Las apariencias engañan cuando quieres guardar las apariencias".
Por último, quiero agradecer a cada una de las personas que durante estos últimos meses me estáis ayudando y aportando tanto a que mi lucha sea más llevadera, gracias de corazón. Feliz día!!